jueves, 5 de octubre de 2023

Grafeno

A finales del siglo XXI, los progresos de la nanotecnología deberían permitirnos producir grandes cantidades de nanotubos de grafeno y carbono, materiales superligeros que revolucionarán la construcción. El grafeno consiste en una capa unimolecular de átomos de carbono estrechamente enlazados para formar una lámina ultrafina y ultrarresistente. Es casi transparente y no pesa casi nada, y sin embargo es el material más duro conocido por la ciencia, doscientas veces más fuerte que el acero y más duro que los diamantes. Sería posible que un elefante hiciera equilibrios sobre un lápiz con la punta sobre a una lámina de grafeno sin que esta se rompiera ni se desgarrara. Además, el grafeno conduce la electricidad. Los científicos ya han podido tallar transistores de tamaño molecular en láminas de grafeno. De este material podrían estar hechos los ordenadores del futuro. Los nanotubos de carbono son láminas de grafeno enrolladas en forma de largos cilindros. Son prácticamente irrompibles y casi invisibles. Si la suspensión del puente de Brooklyn estuviera hecha de nanotubos de carbono, este parecería flotar en el aire. Si el grafeno y los nanotubos son tan milagrosos, ¿por qué no los estamos usando para nuestras casas, puentes, edificios y carreteras? Por el momento, es sumamente difícil producir grandes cantidades de grafeno puro. La más mínima impureza o imperfección a nivel molecular puede arruinar sus milagrosas propiedades físicas. Es difícil hacer láminas más grandes que un sello de correos. Pero los químicos confían en que será posible fabricarlo en masa.Todo el campo de la arquitectura quedará patas arriba con la aparición de la nanotecnología.



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