domingo, 14 de mayo de 2017

La flor del Führer.

edelweiss 
Cuenta Albert Speer, ministro de Armamento y Guerra del Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial y arquitecto jefe de Adolf Hitler antes de asumir la oficina ministerial, que cuando hacia 1934 una delegación de la organización femenina de Berlín quiso recibir a Hitler en la estación de Anhalt y entregarle un ramo de flores, la jefa de la delegación llamó por teléfono a Hanke, secretario del ministro de Propaganda, para averiguar cuál era la flor preferida de Hitler. Hanke me dijo: —He telefoneado a todo el mundo, he preguntado a los asistentes, y nada. ¡No tiene ninguna flor favorita!— Tras reflexionar un momento, prosiguió: —¿Qué opina usted, Speer? ¿Y si decimos que es el edelweiss? Creo que eso será lo mejor. Por una parte, es poco corriente, y además procede de las montañas de Baviera. ¡Diremos que es esta, y asunto concluido! Desde aquel momento, el edelweiss fue oficialmente la “flor del Führer”.

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