domingo, 3 de agosto de 2025

Cara, yo gano; cruz, tu pierdes

Escribe G. K. Chesterton en su libro Por qué soy católico que “en cualquier situación en la que el comunismo pueda ser presentado como atractivo, lo hará. En cualquier situación en que resulte demasiado repulsivo, dirá que esto prueba el atrevido altruismo de los comunistas, capaces de abrazar una causa tan rechazable. Cuando es humano, lo es por simpatía con la humanidad; cuando es inhumano nos debe inspirar una simpatía sobrehumana. Cuando es bueno, es bueno; y cuando es malo resulta que ellos son tan buenos como para tragárselo. Esta forma de razonar es la del famoso proverbio del decadente pasado: “Cara, yo gano; cruz, tu pierdes".

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