jueves, 31 de marzo de 2022

La dignidad del trabajo

La dignidad del trabajo, leemos en una homilía de Josemaría Escrivá, “está fundada en el Amor. El gran privilegio del hombre es poder amar, trascendiendo así lo efímero y lo transitorio”; por eso “el hombre no debe limitarse a hacer cosas, a construir objetos”, sino actuar de manera que esa construcción de objetos contribuya a crecer en el amor a Dios y a expresar ese amor en obras de servicio. Vivir el trabajo cara a Dios, santificarlo, reclama ser conscientes de la dimensión social que el trabajo tiene de por sí y en consecuencia no sólo afrontar con sentido de responsabilidad las obligaciones y deberes que comporta, sino actuar con un hondo sentido de la solidaridad y de los vínculos que unen entre sí a los hombres.

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