domingo, 17 de febrero de 2019

No es bueno que el hombre esté solo


Sola estaba Eva en el Paraíso cuando se atrevió a dialogar con el Tentador, así como solo estaba Judas cuando se desesperó en la noche de la Pasión. Con clara razón concluye san Pablo en su carta a los Corintios que “la tristeza del mundo produce la muerte”.

En la vida corriente nadie llama egoísta a un niño porque acuda a su madre en busca de consuelo, y tampoco a un adulto que recurre a un compañero para no estar solo.   Lewis dice que dado que realmente nos necesitamos unos a otros (“no es bueno que el hombre esté solo”), el que uno no tenga conciencia de esa necesidad como amor-necesidad, en otras palabras, el ilusorio sentimiento de que es bueno para uno estar solo, es un mal síntoma espiritual, así como la falta de apetito es un mal síntoma médico, porque los hombres necesitan alimentarse.

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