miércoles, 5 de diciembre de 2018

La mente motivada.

Zeigarnik
En 1927, la psicóloga de la Gestalt Bluma Zeigarnik observó que los camareros de un restaurante de Viena solo podían recordar los pedidos pendientes de servir. En cuanto un cliente recibía lo que había pedido parecía que lo borraban totalmente de la memoria. Y Zeigarnik volvió al laboratorio y diseñó un estudio. Pidió a un grupo de adultos y niños que realizaran de dieciocho a veintidós tareas (algunas de carácter físico, como hacer figuras con plastilina, y otras de carácter mental, como solucionar acertijos), pero la mitad de esas tareas eran interrumpidas para que no se pudieran acabar. Al final, los sujetos recordaban mucho más las tareas interrumpidas que las terminadas, de hecho, dos veces más. Zeigarnik atribuyó este resultado a un estado de tensión similar al que genera un capítulo que acaba dejándonos en suspense. La mente quiere saber qué sucede después. Quiere acabar. Quiere seguir trabajando en lo que no ha finalizado. Y al hacer otras tareas recordará inconscientemente las que no ha logrado terminar. Es  el deseo de la mente de acabar con la incertidumbre y resolver los asuntos pendientes. Esta necesidad nos motiva a trabajar más y mejor, y a terminar lo empezado. Una mente motivada es una mente mucho más poderosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario