jueves, 3 de agosto de 2017

La peor publicidad para el socialismo son sus partidarios.

Muchos de los problemas para el comunismo en sus diversas versiones del siglo XX pueden remontarse a la pérdida de confianza en el pueblo que se reflejaba en el desarrollo de la teoría de la vanguardia de Lenin y lo que acabaría siendo conocido como marxismo-leninismo. 
marxismo-leninismo
 Ben Dupré
Todos los regímenes comunistas se proclamaban democráticos, pero de manera más o menos implícita en esa declaración subyacía la creencia de que el pueblo no estaba todavía preparado o era incapaz de gobernarse a sí mismo, dice Ben Dupré. Y añade, por esa razón, los estados comunistas del mundo real se fosilizaron en lo que se suponía debía ser tan sólo una fase de transición. El poder político siguió concentrado en la vanguardia, y la dictadura no era tanto del proletariado como, cada vez más, del partido comunista centralizado. 
George Orwell


“La peor publicidad para el socialismo, escribió George Orwell en 1937, son sus partidarios”. Y así se demostró, hasta un extremo trágico, en la experiencia real de los Estados socialistas/comunistas del siglo XX.

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