domingo, 27 de agosto de 2017

Debate ecuménico.

Tolkien
John Ronald Reuel Tolkien tuvo una profunda comprensión del debate ecuménico que tuvo lugar en el seno de la Iglesia durante los años sesenta se muestra en otra carta escrita a su hijo Michael: “No es que uno deba olvidar las sabias palabras de Charles Williams de que es nuestro deber cuidar del altar acreditado y establecido, aunque el Espíritu Santo puede enviar su fuego a otro sitio. Dios no puede ser limitado (ni siquiera por sus propios cimientos), de los cuales san Pablo es el ejemplo primero y fundamental, y puede utilizar cualquier canal para Su gracia. Aun amar a Nuestro Señor y ciertamente llamarlo Señor y Dios es una gracia y puede precipitarla aun en mayor abundancia. No obstante, hablando institucionalmente y no de almas individuales, el canal debe volver finalmente al curso ordenado, no manar por las arenas y perderse. Además del Sol, puede haber la luz de la Luna (aun lo bastante abundante como para leer); pero si se quitara el Sol, no se vería la Luna. ¿Qué sería hoy del cristianismo si la Iglesia Romana de hecho hubiera sido destruida?”.

¿Qué sería hoy del cristianismo si la Iglesia Romana de hecho hubiera sido destruida?

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