lunes, 10 de enero de 2022

La vida cotidiana como fundamento de una existencia negociada y acordada en común


“Si el tema del balance entre trabajo y vida resulta tan central para esta generación joven se debe a que afecta a la relación entre sexos, a la idea de rendimiento y al modo de comprender la dicha vital. Como las mujeres jóvenes ya no piensan en hacer una elección trágica entre el éxito profesional y la vida familiar dichosa, hay que establecer entre los sexos una distribución entre actividad profesional, cuidado de los hijos, apoyo emocional y economía familiar. Entonces, el concepto de rendimiento, tanto para hombres como para mujeres, ya no puede estar centrado de manera exclusiva en la profesión, sino que abarca la vida cotidiana como fundamento de una existencia negociada y acordada en común. Una cierta seguridad material, un determinado confort, una infraestructura pública que funcione medianamente bien se consideran imprescindibles para ello.”


“El primer puesto lo ocupa la amistad, se valora un entorno para la vivienda que sea próspero, no perturbado por desconocidos que resulten desagradables y libre de contaminación ecológica, y se considera imprescindible una ocupación profesional que represente un reto pero que al mismo tiempo satisfaga. Ni internet ni la experiencia del turismo global afectan en absoluto estos mundos que uno se representa y que son directamente idílicos. Sin embargo, como para esta forma de vida que se exige no se tienen disponibles plantillas ni guiones adecuados, parece que la vida en su conjunto es un logro del yo”,dice el sociólogo alemán Heinz Bude.

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