jueves, 6 de enero de 2022

La civilización occidental tiene una gran deuda con la Iglesia Católica


El profesor Philip Jenkins, de la Universidad de Pensilvania, señala que el anticatolicismo es el único prejuicio residual aún aceptable hoy en día. Para muchos desinformados la historia del catolicismo es un compendio de ignorancia y represión. La realidad es que la civilización occidental tiene una gran deuda con la Iglesia Católica por la existencia de las universidades, instituciones benéficas, el Derecho Internacional, las ciencias…..La Iglesia construyo la civilización occidental. Desarrolló el sistema de las universidades. Causa verdadero asombro entre los historiadores el extremo que llego a alcanzar el debate intelectual, libre y sin cortapisas, en estos centros de enseñanza, escribe el profesor Thomas E. Woods.

Los historiadores de la ciencia manifiestan que la revolución científica se produjo gracias a la Iglesia. La aportación católica a la ciencia no se limito a la esfera de las ideas, toda vez que muchos científicas eran a la sazón sacerdotes. El padre Nicolás Steno es considerado el padre de la geología, mientras que el padre de la egiptología fue Athanasius Kircher, a Roger Boscovich se le atribuye la moderna teoría atómica. Los jesuitas llegaron a dominar el estudio de  los terremotos a tal punto que la sismología se dio en llamar la “ciencia jesuita”. Cerca de treinta y cinco cráteres lunares llevan el nombre de científicos y matemáticos jesuitas.
En la Edad Media, escribe J. L. Heilbron, historiador estadounidense de la ciencia, los monjes proporcionaron a toda Europa una red de fabricas, centros para la cría de ganado, centros de investigación, fervor espiritual, el arte de vivir, la predisposición a la acción social, en resumidas cuentas una civilización que surgió del caos y la barbarie circundantes. Sin duda San Benito fue el padre de Europa; y los benedictinos fueron los padres de la civilización europea.

El concepto jurídico de Derecho Internacional surgió en las universidades españolas en el siglo XVI, y fue Francisco de Vitoria, profesor y sacerdote católico, quien ha merecido el título de padre del Derecho Internacional. El Derecho en occidente es una aportación eclesiástica. El derecho canónico fue el primer sistema legal moderno surgido en Europa que demostró la posibilidad de reunir en un cuerpo legal coherente y completo el batiburillo de estatutos, tradiciones y costumbres locales, a menudo en contradicción, con el que tanto la Iglesia como el Estado debían de enfrentarse en la Edad Media, según cuenta Harold Berman.

W.E.H.Lecky, historiador sumamente crítico con la Iglesia, reconoce que el compromiso de la Iglesia con los pobres, tanto en loo espiritual como en lo material, era un fenómeno nuevo en el mundo y constituía un avance sustancial sobre los modelos de la Antigüedad clásica.

Joseph Schumpeter, subraya la importancia del pensamiento económico de los últimos escolásticos, en particular los teólogos católicos españoles de los siglos XV y XVI.

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