domingo, 23 de enero de 2022

El trato de la España medieval hacia los judíos no tenía parangón en la Europa esa época


El trato de la España medieval hacia los judíos no tenía parangón en la Europa esa época. El día 31 de marzo de 1090, Alfonso VI promulgó  Carta inter christianos et judaeos, en la que se afirmaba que había que tratar a los judíos de igual manera que a los cristianos. No solo los juramentos de los judíos tenían la misma validez , sino que los jueces hebreos gozarían de los mismos derechos que los jueces cristianos. También se igualaba el cobro de deudas por parte de los cristianos y de judíos. Como dice el profesor Luis Suarez, dicha carta establecía notables diferencias con el resto de Europa cristiana, pues allí no había en aquellas fechas ninguna norma legal que garantizara el establecimiento de comunidades judías. También la alta nobleza de los reinos hispánicos se mostró muy acogedora para la comunidad hebraica.

San Vicente Ferrer

A comienzos del siglo XV el número de judíos en España había descendido por el pase de muchos de ellos a las filas del cristianismo. El historiador Antonio Collantes piensa que desde finales del siglo XIV vivirían en Sevilla unas cuarenta o cincuenta familias como mucho.También había experimentado una espectacular caída la judería de Toledo, durante siglos la más populosa de todas las existentes. En Palencia, por sorprendente que parezca, todos los judíos se convirtieron al catolicismo. En aquellos años iniciales del siglo XV se llevaron a cabo las predicaciones del dominico San Vicente Ferrer. Teólogo de primera magnitud, Vicente Ferrer era muy bien acogido por los sectores populares que acudían a escuchar sus sermones. Es indudable que Vicente Ferrer logró que muchos judíos aceptaran pasar al cristianismo. El medievalista José María Monsalvo señala que en la conciencia del siglo XV el papel que jugó San Vicente en la conversión fue de primer orden. Hubo muchos judíos que se convirtieron al cristianismo convencidos de los argumentos esgrimidos por San Vicente Ferrer. 

Si nos preguntamos cuales fueron las razones que empujaron a los reyes católicos a expulsar a los judíos de España , hay que tomar en consideración que en el conjunto de la cristiandad europea, se partía del principio que afirmaba que “cuius regio, eius religió”, se buscaba la identificación de cada reino con un determinado credo religioso. Netanyahu manifiesta que quien tomo la decisión de expulsar a los judíos fue el rey Fernando. Isaac Abravanel llegó a hablar con la propia reina Isabel para que detuvieran la expulsión de los judíos. La reina Isabel respondió a Abravanel diciendo que la orden de expulsión procedía de su esposo el rey. Al conocer las durísimas condiciones en que se hallaban los judíos que estaban preparando el éxodo, los Reyes Católicos salieron en su legítima defensa. Los Reyes Católicos deseaban un trato justo y equitativo con respecto a los judíos. Historiadores como Carlos Carrete  estiman que el número de judíos que salieron de los reinos hispánicos oscilaba entre 70.000 y los 100.000. El historiador Haim Beinart afirma que un importante número de hebreos retornaron, algún tiempo después, a través de Portugal, aceptando convertirse al cristianismo. 

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