viernes, 19 de noviembre de 2021

Los nazis y los soviéticos utilizaron exactamente los mismos métodos


Los nazis y los soviéticos utilizaron exactamente los mismos métodos para deportar a ingentes cantidades de personas; unos pocos minutos para empaquetar algunas cosas necesarias, antes de enviarles en vagones de ganado hacia un destino desconocido. Hasta junio de 1941, fecha en la que ellos mismos fueron invadidos, los soviéticos deportaron a 1.250.000 ciudadanos polacos, incluidos unas decenas de miles de judíos, al interior de Rusia. Los deportados salían de Polonia encerrados en trenes de mercancías de sesenta vagones, que iban dejando un rastro de cadáveres congelados a su paso, mientras recorrían aquellas inmensas distancias. La mitad de los deportados polacos murieron durante su viaje por las estepas rusas. Durante el mismo periodo, los alemanes deportaron a alrededor de cuatrocientos mil polacos al Gobierno General desde los territorios incorporados. A este respecto, puede que en aquella época el récord soviético fuera aún peor, aunque poco tiene de ser una competición. Ambos regímenes totalitarios desplegaron a sus respectivas policías secretas, la NKVD y las SS, que utilizaban los mismos métodos de interrogatorio y tortura, y no solo mataban a los integrantes de las élites polacas sino también a cualquiera que se resistiera a ellos o expresara vehementes opiniones patrióticas.



Está probado que la NKVD entregó a la Gestapo a comunistas alemanes que habían huido a Moscú, así como a 43.000 prisioneros de guerra polacos que habían residido en la Polonia occidental de la preguerra.Las cárceles (Kozelsk, Ostashkov y Starobelsk) albergaban un total de 15.570 hombres, incluidos oficiales del ejército, policía y guardas de prisión, estudiantes y boyscouts. Aquellos que bajo interrogatorio manifestaban un patriotismo irreductible constituían la mayoría de los 14.700 prisioneros de guerra y reclusos a los que Beria dio orden de ejecutar, con el refrendo de Stalin y el Politburó.


Fuente: “Combate moral” del historiador británico Michael Burleigh



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