sábado, 13 de marzo de 2021

Según el alcalde de Praga, China es un socio comercial "poco confiable"

La bandera del Tíbet izada en el municipio de Praga.


El poder de China para infligir daño económico a mi país por mi apoyo a Taiwán y la causa tibetana ha sido en gran medida "sobrevalorado", y yo "no he pagado ningún costo personal", declaró Zdenek Hrib en una entrevista reciente concedida al centro de estudios checo Sinopsis. El alcalde de Praga desestima las amenazas con las que Beijing trata de intimidar a autoridades y políticos extranjeros que mantienen relaciones con Taipei y los disidentes tibetanos. En enero de 2020, Hřib firmó un acuerdo de hermanamiento con la capital taiwanesa. Tres meses antes, cuando las autoridades chinas se negaron a eliminar una cláusula sobre el reconocimiento de la isla como parte de la China comunista, había puesto fin a una relación similar con el municipio de Beijing. El político checo también fue atacado por el gobierno chino porque invitó a Praga a Lobsang Sangay, el presidente del gobierno tibetano en el exilio.


Praga


Según el alcalde de Praga, China es un socio comercial "poco confiable", que no ha cumplido sus promesas de invertir en la República Checa. Dichas promesas están relacionadas con la Iniciativa Belt and Road, el plan de infraestructura de Xi Jinping para convertir a su país en el centro del comercio mundial. En cualquier caso, afirma Hřib, el compromiso contra las violaciones de los derechos humanos en China es más importante que los beneficios económicos. Hřib señala que su país tampoco ha sufrido consecuencias por su viaje de agosto a Taiwán. En represalia, Beijing canceló la orden de compra de algunos pianos, que luego fueron adquiridos por un particular chino. La reacción del gobierno chino a la visita de la delegación checa a la "provincia rebelde" había afectado profundamente a la opinión pública europea. El ministro de Relaciones Exteriores de China,Wang Yi, dijo que el presidente del Senado checo "pagaría caro "por ello". 



Cada vez más países de Europa del Este, cortejados por Beijing como socios de las nuevas Rutas de la Seda, están tomando distancia del gigante asiático. En la cumbre anual del grupo 17 + 1, que se llevó a cabo en modo virtual el 9 de febrero, seis Estados miembros de la Unión Europea enviaron funcionarios de segundo nivel, lo que muchos observadores consideran una bofetada a Xi Jinping. El 17 + 1 está formado por China y 16 países de Europa central y oriental, 12 de los cuales pertenecen a la UE.

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