sábado, 21 de diciembre de 2019

Que yo soy una persona significa que soy a la vez libre y limitado



En lugar de sujetos humanos libres, Dios podía haber creado unos seres incapaces de pecar, pero sólo al precio de privarles de su libre voluntad, que incluye, inevitablemente, la posibilidad de pecar y los actos pecaminosos de hecho. Y Dios calculó que un mundo habitado por autómatas sin pecado produciría mucho menos bien que uno que contuviera seres humanos dotados de libertad de elección y que, por lo tanto, pudieran preferir con frecuencia el mal.



“Que yo soy una persona significa que soy a la vez libre y limitado. Libre, como autor consciente de algunos de mis actos que puedo o no realizar, y limitado en la medida en que soy consciente de la existencia de otras personas y otras cosas como ajenas a mí, como algo que no soy yo. Dios no es ninguna de las dos cosas, no hay acciones que pueda realizar y que no realice y El no percibe a las personas y las cosas como pertenecientes a un mundo ajeno. De acuerdo con el concepto de pura actualidad y de infinitud, El percibe todo, por así decirlo, desde dentro y por lo tanto, El es todo (Deus est quodammodo omnia, como dice Santo Tomás), puesto que percibir una cosa “desde fuera” significa estar limitado por ella”, escribe el filósofo polaco Leszek Kolakowski.

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