sábado, 14 de diciembre de 2019

Jugar enseña a los niños lo que es la resiliencia



Iben Dissing Sandahl, escritora y psicoterapeuta con su propio consultorio privado en las afueras de Copenhague, manifiesta que “jugar enseña a los niños lo que es la resiliencia. Y está comprobado que esta es uno de los factores más importantes para convertirse en adultos exitosos. La habilidad de poder levantarse, regular emociones y saber lidiar con el estrés es una cualidad clave en los adultos saludables y funcionales. Sabemos que la resiliencia es maravillosa para prevenir la ansiedad y la depresión, y los daneses la han inculcado en sus hijos durante muchos años. Una de las maneras en las que lo hacen es dándole importancia al juego.En 1871, en Dinamarca, los esposos Niels y Erna Juel-Hansen crearon el primer tipo de pedagogía basada en la teoría educacional que incorporaba el juego. Descubrieron que el juego libre es fundamental para el desarrollo de los niños. De hecho, durante muchos años a los niños daneses no se les permitía entrar a la escuela hasta que cumplían siete años. Los educadores y la gente encargada de organizar los programas escolares no querían que los niños menores asistieran a la escuela porque sentían que su labor primordial era ser niños y jugar. Incluso hoy en día, los niños menores de diez años que forman parte del sistema educativo danés salen de la escuela a las dos de la tarde y después tienen la opción de ir a algo llamado "escuela libre" (skolefritidsordning) durante el resto del día, en donde se los invita principalmente a jugar”.


“Si los niños se sienten demasiado presionados, pueden llegar a perder el entusiasmo por lo que hacen, lo que los conduce al miedo y a la ansiedad.A veces pensamos que ayudamos a los niños al presionarlos para que aprendan más rápido o para que den mejores resultados. Sin embargo, guiarlos en el momento adecuado de su desarrollo generará mejores resultados, no por el hecho de aprender, que además será mucho más placentero, sino porque los niños tendrán mayor confianza en el dominio de sus habilidades, ya que ellos se sintieron al mando en el momento en el que las aprendieron”.



El psicólogo estadounidense David Elkin está de acuerdo. Los niños a los que se les presiona a leer a temprana edad, por ejemplo, pueden leer mejor que sus compañeros al principio, pero esos niveles se equilibran en pocos años, ¿y a qué precio? A la larga, los niños a los que se les obliga a aprender antes de tiempo muestran niveles más altos de ansiedad y autoestima baja.

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