sábado, 19 de octubre de 2019

Parte del trabajo de un consultor consiste en fingir una certeza absoluta acerca de cosas inseguras


Morey cuenta que en su etapa de asesor aprendió algo muy valioso. Le parecía que gran parte del trabajo de un consultor consistía en fingir una certeza absoluta acerca de cosas inseguras. En una entrevista de trabajo con McKinsey, le dijeron que no parecía lo bastante seguro de sus opiniones. “Y yo dije que era porque no estaba seguro. Y ellos dijeron: Estamos facturando a los clientes quinientos mil dólares al año, así que tienes que estar seguro de lo que dices”. La consultora que al final lo contrató le exigía que mostrara confianza siempre, cuando en su opinión la confianza era una señal de fraude. Le pidieron, por ejemplo, que vaticinara el precio del petróleo para los clientes. “Y después íbamos a los clientes y les decíamos que podíamos predecir el precio del petróleo. Nadie puede predecir el precio del petróleo. Aquello no tenía sentido”. Morey se dio cuenta de que gran parte de lo que la gente hacía y decía cuando predecía cosas era una falsedad; fingían saber cosas en lugar de conocerlas de verdad.

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