Según el Banco Mundial, China por sí sola explica más del 75 por ciento de la reducción de la pobreza en todo el mundo en vías de desarrollo a lo largo de las dos últimas décadas; y eso en parte se debe a sus relaciones comerciales con Estados Unidos. De hecho, de 1990 a 2006, el valor de las exportaciones chinas a Estados Unidos creció más del 1.000 por ciento en términos ajustados a la inflación. Eso representa, literalmente, millones de puestos de trabajo fomentados por la exportación. Todos esos productos chinos le están proporcionando medios a alguna persona de aquel país para mantener a su familia.
Philip I. Levy dice que el comercio hace algo más que promover el crecimiento económico y la prosperidad. Los acuerdos de libre comercio de Estados Unidos también ayudan a los países a consolidar sus reformas económicas y gubernamentales. El comercio ayuda a las naciones a compartir ideas. Fomenta el entendimiento intercultural y crea obstáculos para los enfrentamientos. El comercio libre es una forma de alentar el desarrollo de la democracia y de la sociedad civil a lo largo y ancho del mundo.
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