martes, 13 de diciembre de 2022

En este momento reina en Hong Kong una gran confusión sobre lo que se puede decir y lo que no se puede decir

Mons. Stephen Chow Sau-yan

El obispo de Hong Kong, Mons. Stephen Chow Sau-yan, dice en una entrevista que en este momento reina en Hong Kong una gran confusión sobre lo que se puede decir y lo que no se puede decir y esta ambigüedad, sumada a la forma en que las autoridades vinculadas a Beijing utilizan la ley de seguridad nacional, es un obstáculo para aquellos que trabajar para cerrar las heridas de la sociedad. La dificultad que plantea la ley de seguridad nacional, afirma Mons. Chow, radica en no saber dónde está la línea roja. Los educadores, los trabajadores sociales e incluso los profesionales del derecho deben hacer frente a múltiples obstáculos. Los expertos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley pueden tener una interpretación diferente de la misma. Mientras que todos deberían tener claro dónde están los límites, para saber cómo expresarse.

Con respecto a la forma como la represión que siguió a las protestas de 2019 contra el gobierno ha dividido a la misma comunidad católica de Hong Kong, el obispo pide a todos que se involucren personalmente en la reconciliación de una sociedad profundamente herida. El arzobispo Chow alienta a los hongkoneses a no darse por vencidos y tampoco ser demasiado críticos. “Sentémonos y esperemos a que se levanten las nubes. Este es un momento para discernir más que para actuar”. Dice que la Iglesia Católica no se ha quedado “de brazos cruzados” después de las tensiones sociales y la introducción de la ley de seguridad nacional. Sus instituciones y miembros han aumentado el apoyo a los jóvenes que están en la cárcel, brindándoles educación y rehabilitación. 

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