miércoles, 14 de diciembre de 2022

África experimenta la descomposición de estados de costa a costa

Banco Mundial afirma que la economía del África subsahariana está creciendo a ritmos de en torno al 4,8 por ciento y prevé un futuro brillante, basado esencialmente en sus riquezas minerales, y en especial en el petróleo. A lo cual se añade la observación de que estos países, ricos en recursos, “deben tomar decisiones para invertir en una mejor sanidad, educación, puestos de trabajo, y menos pobreza para sus pueblos”, de lo que se puede inferir que no lo están haciendo en la actualidad. Puesto que es bien sabido que estos beneficios, administrados por gobiernos profundamente corrompidos van a parar al consumo de una reducida parte de la población, por lo que engendran inflación y desigualdad, esto es enriquecimiento para unos pocos y miseria para los más. En palabras de Toby Leon Moorsom, África experimenta “la descomposición de estados de costa a costa. Un cinturón de guerras, golpes de estado y manifestaciones en gran escala ha surgido a lo ancho del Sahel, de Guinea-Bissau a Somalia”. “El descontento hierve en las calles” en los países de África occidental, según Adam Nossiter. En esta “militarización de la pobreza”, dice Moorsom, los diversos procesos tienen causas locales, pero comparten rasgos en común, “todos nacen en un contexto de fracaso de los mercados agrícolas y de auge de la extracción de petróleo y de minerales. El fundamentalismo islamista es tan solo un factor que complica las cosas, no una causa, sino una respuesta a la desestabilización general”. Aunque haya casos con explicaciones más complejas, como el de Guinea-Bissau, donde el golpe militar que derribó al presidente tenía como objetivo facilitar a los militares el control del tráfico trasatlántico de cocaína, que tiene al país como una etapa esencial.

“El Congo ha sido siempre, dice Zoë Marriage, un objeto de saqueo, y para que este pueda continuar provechosamente, nada mejor que el desgobierno”. En opinión de Antoine Roger Lekongo, lo que ocurre en el este del Congo no es una guerra civil, sino la continuación de un expolio sistemático “financiado y dirigido por los Estados Unidos y Gran Bretaña” con el objeto de desintegrar el país para poder saquearlo mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario