sábado, 29 de octubre de 2022

Occidente humilla a la mujer, desnudándola públicamente y utilizándola para fines comerciales hedonistas

El cardenal Robert Sarah escribe que “hay hoy en día tantas organizaciones y tantos grupos que creen en la liberación de la mujer para que pueda ser dueña de su cuerpo y de su destino… En realidad, en muchas ocasiones el cuerpo de la mujer se explota y se utiliza, a menudo con fines comerciales y publicitarios, hasta convertirse en una simple mercancía y en un objeto de placer. En una sociedad hipererotizada que pretende hacer creer que el hombre solo se realiza del todo a través de una sexualidad plena, creo que la dignidad de la mujer vive importantes retrocesos. Occidente es el continente que más vergonzosamente humilla y desprecia a la mujer, desnudándola públicamente y utilizándola para fines comerciales hedonistas. No obstante, hay que alegrarse de que muchas mujeres puedan acceder a la educación superior. Por otra parte, en Europa el derecho al voto se le ha concedido demasiado tarde. Es importante también que la mujer pueda ejercer un trabajo compatible con la maternidad. Occidente se engaña al creer que el liberalismo moral permite un progreso de la civilización.

Los primeros enemigos de las personas homosexuales, añade Sarah, son los grupos de presión LGBT. Es un grave error reducir al individuo a sus comportamientos, principalmente sexuales. La naturaleza siempre acaba vengándose.

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