jueves, 6 de junio de 2024

La mayoría querríamos que la guerra desapareciera, pero no va a pasar

La idea de que los jóvenes necesitan disciplina, que dormir en catres curte y forja, ya no está ahí. James Sheehan ha argumentado de forma persuasiva sobre cómo los valores culturales han cambiado enormemente en poco tiempo. Los europeos ya no se ven a sí mismos como guerreros….La mayoría querríamos de forma abstracta que la guerra desapareciera, pero no va a pasar. Hemos visto movimientos consagrados a la paz, recordamos la Liga de la Sociedad de Naciones. O los grandes debates en universidades con jóvenes diciendo que no lucharían por el rey, Las protestas de Vietnam. Pero las ideas cambian cuando te ves amenazado.
“La Primera Guerra Mundial fue algo industrial, cantidades impensables de armas y morteros. Recordamos bien las trincheras, pero la mayoría de los jóvenes murió por artillería, no por armas ligeras. No fue cara a cara. ¿Y quiénes son los héroes, los mitos de esa época? Aviadores, sobre todo. Heroísmo de nombres legendarios en medio de las masas anónimas. Lo mismo en la Segunda, en realidad. O francotiradores. Ahora la guerra son videojuegos, no sé si el espíritu cambiará o cómo…. Antes de la Primera Guerra Mundial la gente pensaba que la guerra era imposible, cosa del pasado, demasiado caras. Impensable entre hermanos socialistas. Hoy decimos que las democracias no luchan entre sí y que dos países con McDonalds no se enfrentan”, manifiesta Margaret  MacMillan, profesora de la Universidad de Oxford.
“Hay que tener cuidado con la complacencia,añade MacMillan. Alemania y Reino Unido eran democracias en cierto modo en 1914, y lucharon. Tenemos que saber que como individuos y sociedades se nos da muy bien hacer cosas que van en contra de nuestros intereses. La irracionalidad es uno de nuestros rasgos más distintivos. El miedo, la ira. A veces es que no hay más remedio que luchar. Y se producen accidentes”.



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