martes, 4 de junio de 2024

El modelo dominante nos presenta a un ser humano autónomo que pasa por encima de cualquier vestigio de la realidad

Para Pablo Nuevo, profesor de la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona, desde siempre ha habido leyes injustas que han podido desdibujar la institución familiar, pero la corrección política va más allá. Hablamos de ingeniería social porque este fenómeno no se contenta con regular determinados comportamientos, sino que pretende que las personas cambien su forma de entender la vida o la familia para adaptarse a la ideología que se difunde desde el poder. Se trata de re-crear completamente la sociedad. Al hablar de familia, nos referimos a un hombre y una mujer que tienen un compromiso estable, reconocido jurídicamente, y que tienen descendencia, a la que educan y sacan adelante. Esto presupone varias cosas, que la persona es un ser radicalmente dependiente, que la estabilidad es necesaria, que varón y mujer se complementan… Frente a esto, el modelo dominante nos presenta a un ser humano autónomo, autosuficiente y cuya voluntad pasa por encima de cualquier vestigio de la realidad, sea la herencia cultural o la realidad biológica.

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