domingo, 5 de mayo de 2024

Muchos ven una tierra manchada con la sangre de sus antepasados

Mapa de "La Tierra Santa" realizado en 1759

La imagen que mejor define Tierra Santa no es un muro, sino un espejo en el que dos pueblos se miran y señalan. La identidad, la religión, la política o el odio se alimentan de un conflicto interminable para el que se prepara a las nuevas generaciones a cada lado de la alambrada. Donde unos ven el efecto colateral de la represión, otros las consecuencias de un castigo contenido. Si unos pelean por el futuro de su pueblo, otros por la existencia de su nación. A muchos les mueve la defensa de su fe, y de una tierra manchada con la sangre de sus antepasados.
Con un saldo de 1200 muertos y 240 secuestrados, el 7 de octubre se convirtió en la mayor masacre en la historia del Estado de Israel. También en el inicio de una guerra que enfrenta a Tel Aviv y Hamás desde hace meses. Ese mismo día, Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, declaró el estado de guerra y prometió una poderosa venganza. Más de 350.000 reservistas comenzaron a llegar de todas las partes del mundo.

                              

El Palestinian Center for Policy and Survey Research, uno de los think tanks palestinos más respetados por los observadores internacionales, lanzó en diciembre la última encuesta de opinión pública. La principal revelación del sondeo fue el alto respaldo a Hamás en Cisjordania tras el inicio de la guerra. En septiembre era del 12 por ciento; en diciembre, del 44 por ciento. Por primera vez desde que existen registros, el grupo yihadista, nacionalista e islamista cuenta con más respaldo entre los habitantes de Cisjordania que entre los de Gaza (42 por ciento).
Rob Loben instruyó durante décadas a doctores palestinos en el complejo médico de Ascalón (Ascalón es una ciudad de Israel, situada a 56 km al sur de Tel Aviv). Colegas de profesión que derivaban las patologías más espinosas a su mentor. En algún caso, también surgió la amistad. “Siempre es una posibilidad y una buena opción el perdón. Primero tenemos que empezar por perdonarnos a nosotros mismos por la falsa sensación de seguridad con la que vivíamos. Una ilusión,dice Loben. Nuestro pueblo era uno de los más bonitos del mundo, y estoy seguro de que volveremos para rehacer los huertos y las casas. Eso será fácil. Reconstruir y rehabilitar nuestras almas será mucho más complicado. No estoy seguro de que vaya a ser posible.
Referencia:Mártires de Fermín Torrano Echeandia (Nuestro Tiempo)

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