lunes, 30 de agosto de 2021

Una persona que es emocionalmente madura dirige su vida por la razón


Una persona que es emocionalmente madura (bien formada, dicen los psicólogos) dirige su vida por la razón más que por la emoción. El control emocional se adquiere disciplinando nuestros impulsos, y no hay práctica mejor calculada para disciplinar nuestros impulsos que la práctica de la mortificación. Todos nos hemos encontrado con una persona emocionalmente inmadura. “Nunca creció”, hemos dicho resignados. La persona que evita toda negación de sí misma es invariablemente una persona emocionalmente inmadura. Es a esto a lo que nos referimos cuando decimos que el negarse a uno mismo fortalece la voluntad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario