martes, 18 de mayo de 2021

La admiración que la civilización occidental siente por la palabra escrita es un legado de la Iglesia Católica

San Hugo de Lincoln

“Sin estudio y sin libros,decía un monje de Muri, la vida de un monje es nada”. En parecidos términos se expresaba San Hugo de Lincoln en sus tiempos de prior de Witham, el primer monasterio cartujo de Inglaterra: “Nuestros libros son nuestro deleite y nuestra riqueza en tiempo de paz, nuestras armas ofensivas y defensivas en tiempo de guerra, nuestro alimento cuando tenemos hambre y nuestra medicina cuando enfermamos”. La admiración que la civilización occidental siente por la palabra escrita y por los textos de los autores clásicos es un legado de la Iglesia Católica, que los preservó durante la época de las invasiones bárbaras.


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