lunes, 22 de abril de 2019

Retroceso de la fecundidad


A corto plazo las consecuencias del retroceso de la fecundidad parecen benéficas, menos permisos por maternidad y menos gastos de salud para los niños de pecho. A más largo plazo, dos consecuencias son ciertas, la disminución del número de habitantes; la disminución de la población y el aumento concomitante de la proporción de personas ancianas, lo que implica que “los jóvenes activos del día de mañana deberán privarse de los frutos provenientes de las ganancias de productividad para subvenir a las necesidades de los viejos convertidos proporcionalmente en más numerosos”. 

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