lunes, 5 de febrero de 2024

Nos hemos empeñado en dejar de enseñar

Xavier Massó,secretario general del sindicato Profesores de Secundaria de España y presidente de la Fundación Episteme, cuenta en una entrevista en El Debate que “nos hemos empeñado en dejar de enseñar, y por ello estamos rebajando los contenidos en todos los currículos e incidiendo en cosas como que no se debe repetir curso o facilitar la graduación con asignaturas suspensas. Es decir, se ha creado una atmósfera en la que, como los alumnos no son tontos, absorben porque tienden a facilitarse las cosas y a la ley del mínimo esfuerzo. Algo muy humano, por otra parte. En definitiva, la cultura del esfuerzo se ha erradicado, en un modelo donde la memoria hace tiempo que quedó proscrita. Y mientras, ahí siguen los mantras y ahí siguen los tópicos que sirven para justificar la extinción de la función primordial de todo sistema educativo, que es la transmisión de conocimientos.….El esfuerzo por lo visto es malo porque puede traumatizar o puede dejar secuelas. Pero lo cierto es que la memoria está erradicada por completo. El autoaprendizaje es una quimera, es imposible pensar que cada alumno o cualquiera de nosotros puede aprender el Teorema de Pitágoras por su cuenta. El saber humano es acumulativo. Y esto es lo que niega la filosofía del pedagogismo que hoy en día inspira todos nuestros currículos y las leyes educativas.”
“El discurso amable y atractivo de nuestros tiempos: usted aprobará sin esforzarse. Y luego viene la realidad, los escandalosos porcentajes de abandono escolar temprano, porque en primaria hay un momento crítico en el que se pasa de haber aprendido a leer, a aprender leyendo. Cerca del 40 % de los alumnos no lo acaba de consolidar, arrastrando esa mochila de carencias en 1º de la ESO cuando los profesores nos encontramos con que muchos de ellos, ya con 12 años, a duras penas saben leer o les cuesta redactar una frase con una subordinada. Pero por ley, les vamos promocionando, porque el profesor que suspende mucho tiene problemas con inspección. Y al final, el 30 % llega a los 16 años sin consolidar los mínimos……Es un sistema que pretende enseñar el concepto de raíz cuadrada sin haber consolidado antes la capacidad de multiplicar y dividir, lo que lleva a ciertos alumnos a aburrirse soberanamente, convirtiéndose en un trastorno hiperactivo y disruptor. La culpa, por decirlo así, no es el alumno, sino del sistema que le ha puesto ahí, ese sistema que ha renunciado a la transmisión de los conocimientos.”

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