miércoles, 9 de noviembre de 2022

Al crédito del Tribunal Constitucional no contribuye el que el nombramiento de sus miembros dependa de la coyuntura política


Lo cuenta bien Jordi Amat en La conjura de los irresponsables. La posibilidad de que el Tribunal Constitucional enmiende la sanción ciudadana de una norma, expresada mediante referéndum, es una debilidad sistémica. La democracia española no es militante y no lo es, precisamente, por lo delicado que fue su alumbramiento. La forma que tuvieron los guionistas de la Transición de salir de los atolladeros que se iban encontraron fue la ambigüedad. Eso es lo que les permitió aplazar la resolución de los desacuerdos que amenazaban el proceso y seguir avanzando en la construcción del edificio democrático. Como consecuencia de ello, en manos del Constitucional ha quedado un poder excesivo. Los magistrados han de ir completando el proceso constituyente a medida que afloran los conflictos enterrados durante la Transición. Al crédito del Tribunal no contribuye el que el nombramiento de la mayoría de sus miembros dependa de la coyuntura política.

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