miércoles, 23 de febrero de 2022

El pueblo cubano abomina la doble moral de sus dirigentes comunistas


Aproximadamente cien mil cubanos son explotados por el régimen comunista en las llamadas Misiones de internacionalización. Médicos, profesores, ingenieros a los que envían a trabajar fuera de la isla en condiciones de esclavitud. Se apropian de alrededor del 85% de su salario, les retiran el pasaporte y les vigilan de cerca.


El relato de Aliocha Batista y Yamilka Izquierdo es especialmente interesante. En 2003 hubo una campaña especial a Venezuela. Precisamente allí estuvieron las dos médicos. "Yo creo que le está llegando el final a este régimen, la gente está despertando. Están muriendo los que están ciegos, las personas que no ven nada más, y se está levantando un grupo de jóvenes que está cambiando el país", asegura Aliocha. Ellas lograron fugarse. En la actualidad, viven en Bogotá (Colombia) y Virginia (Estados Unidos). Fueron separadas de sus familias.Tenían niños muy pequeños. Recibieron acoso, maltrato, humillaciones... Y, una vez lograron escapar del infierno, siguieron intentando castigarles, poniendo trabas para que no consiguieran "los papeles”. "Nosotros somos prisioneros del imperio, prisioneros de ellos, de esa dictadura comunista", asevera. A ella la encerraron en una de las casas en las que alojaban a cubanos de misión. Tenía una reja y pensó que poco podía hacer. Pero "un ángel" de carne y hueso la ayudó. Era profesor. "Dejó la llave", indica. "Yo creo que lo hizo intencional, aunque él no me lo dijo de frente”. En ese momento, emprendió su fuga.
 

"La situación política de Cuba es bien deprimente", afirma Yamilka, "por esa situación de que un grupo de personas se crea con el derecho a dirigir la vida de millones". Algo que ha sido posible gracias al "nivel de adoctrinamiento" que el régimen comunista ha conseguido. "Es una estrategia muy bien diseñada", pero "yo estoy en las que se dan cuenta de que el cuento no es como te lo contaron”. Ella abomina "la doble moral" de los dirigentes cubanos. "Están persiguiendo a todo el mundo, mientras que ellos están robando", afirma. Eso la entristece y llena de rabia. Ha necesitado alejarse, para minimizar el dolor. Pero "yo amo a Cuba, eso no me lo quita nadie", sentencia Yamilka.


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