María Corina Machado, Premio Nobel de la Paz

El Comité Noruego del Nobel concedió el Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, lideresa de la oposición venezolana de 58 años que ahora se esconde del régimen de Nicolás Maduro. Al hacerlo, el comité también imputó a ese régimen y a su historial de 26 años de ruina, ejecutado en nombre del socialismo “bolivariano”. 

Machado hizo méritos para ganarse el Nobel cuando, tras ser impedida por  Nicolas Maduro para postularse a las elecciones presidenciales, apoyó a Edmundo González, un candidato no partidista, contribuyendo así a consolidar un bando opositor que estaba dividido. González ganó las elecciones, solo para ver cómo Maduro ignoraba el resultado y se instalaba para otro mandato de seis años, encarcelando a casi 2.000 disidentes políticos.
Desde que se hizo evidente la catástrofe del chavismo, con millones de personas huyendo del país, y sus dirigentes acusados de enriquecerse con el narcotráfico, el optar por ignorar la catástrofe allí solo sirve para perpetuarla. 
Parece que el propósito de la diplomacia armada que Trump ha desplegado en el Caribe es inducir suficiente miedo como para que los malos huyan. También es la opinión de Machado. Maduro y sus compinches, dijo María Corina Machado a la BBC, “no se irán a menos que se den cuenta de que existe una amenaza creíble, de que las cosas van a empeorar cada día que pase para ellos”. Pero eso, a su vez, requiere que el gobierno de Trump esté dispuesto a continuar la escalada, hasta llegar a una confrontación militar a gran escala, si es necesario.
Machado dedicó el Nobel “al sufrido pueblo de Venezuela y al presidente Trump por su decisivo apoyo”. Es el momento de actuar.