miércoles, 8 de marzo de 2023

¿Cómo es que los comunistas chinos eran capaces de lograr la reforma sin sacrificar su monopolio del poder?

Tanques a la plaza de Tiananmen

¿Cómo es que los comunistas chinos eran capaces de lograr la reforma, y acelerar el crecimiento económico, sin sacrificar su monopolio del poder?, se pregunta el historiador y profesor británico Niall Ferguson. Respuesta sencilla, dice Ferguson, cuando surgió una situación potencialmente revolucionaria en 1989, el régimen hizo lo mismo que habían hecho rutinariamente todos los regímenes comunistas durante la guerra fría cada vez que habían tenido que hacer frente a la disensión interna, sacar los tanques. El 4 de junio de 1989, el movimiento del “muro de la democracia” fue despiadadamente reprimido; un número desconocido de los estudiantes concentrados en la plaza de Tiananmen fueron arrestados, y sus principales dirigentes fueron encarcelados tras realizar simulacros de juicio. Lo que ocurrió en China se hallaba en marcado contraste con los acontecimientos producidos al mismo tiempo en Europa oriental, donde los líderes soviéticos trataron de realizar tanto la reconstrucción económica como la reforma política, pero acabaron encontrándose con la revolución política y el colapso económico. Los chinos querían y lograron la reconstrucción económica sin la reforma política. Desde 1979, la economía china ha crecido a una media de poco menos del 10 por ciento anual, contribuyendo a la rápida reducción de la diferencia existente entre las rentas occidentales y las asiáticas. Y ello no ha sido obra de conservadores derechistas, sino de empedernidos comunistas. Tanto es así, que el hombre responsable del milagro económico de China no es otro que el que ordenó enviar los tanques a la plaza de Tiananmen.

Actualmente es China, no Japón, la nueva potencia emergente en Asia. Pero no resulta difícil imaginar un choque entre Oriente y Occidente que empequeñeciera a la guerra Ruso-japonesa de hace un siglo. ¿Y si el crecimiento económico de China sufriera un revés? Antes de arriesgarse a las protestas populares contra su monopolio del poder (y la desenfrenada corrupción que le acompaña), ¿no es posible que los comunistas chinos se sintieran tentados de refugiarse en el patriotismo? Tal como ocurrió con Bélgica para Gran Bretaña y Alemania en 1914, Taiwán podría ser el casus belli que desencadenara el conflicto entre China y Estados Unidos. La República Popular China siempre ha tratado a Taiwán como una provincia renegada, afirmando repetidamente que cualquier intento por su parte de declarar oficialmente la independencia justificaría una intervención militar.

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