martes, 26 de enero de 2021

La vida del hombre es la de cada individuo, la de cada persona

Miguel Delibes

Miguel Delibes recordaba la importancia de la vida privada para que la vida sea realmente libre. Se preguntaba si no eran los Estados los primeros interesados en terminar con ella y mencionaba expresamente a George Orwell y a Aldous Huxley como los precoces denunciadores del totalitarismo. 

José Ortega y Gasset

Ortega manifestaba que “para un Estado idealmente socializado lo privado no existe, todo es público, popular, laico. La moral misma se hace íntegramente moral pública, moral política”. Ortega clamaba contra la “nostalgia del rebaño” que reclama pastores y mastines.

García Morente

Para García Morente “la vida del hombre es radical, esencialmente la de cada hombre, la de cada individuo, la de cada persona. Esta, empero, es la que justamente llamamos vida privada, para distinguirla de la vida pública…”.“La especie se renueva por los individuos. En la soledad insobornable de cada cual es donde tiene su origen todo empuje y aliento, que transforma la faz de las cosas para cumplir el eterno destino del hombre; hacerse y deshacerse en la duración del tiempo, en la historia”.

Ni la amistad, ni el amor ni la soledad, como formas radicales de la vida privada, “pueden ser suprimidas por la invasión de lo público. Pero pueden ser, en cambio, falseadas”. El amor puede falsificarse dejando de ser la fusión de dos vidas trocando la confidencia en cinismo y la preferencia en erotismo. La soledad se falsifica mediante su confusión con la obstinación y el aislamiento.   


Para García Morente “la fuente creadora de la cultura humana hállase en el individuo viviente, en la soledad personal, en la vida privada… El predominio de lo público, de lo común, de la masa significa predominio del obstáculo y retardamiento de la salvación. Y de nada sirven quejumbres sobre desigualdades y encendidas apelaciones a la justicia universal. Precisamente la ocupación política, que embarga harto exclusivamente al hombre de hoy, es síntoma inequívoco de un estado de ánimo bien peligroso. El ánimo de quienes lo esperan todo de fuera, en vez de querer vigorosamente una clara trayectoria personal".

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