Michael Grant Ignatieff |
Para Michael Grant Ignatieff, que fue el líder del Partido Liberal de Canadá, “una vez que has entrado en política, siempre estás bajo los focos. Nunca te saltas una cola, nunca te muestras impaciente con un conductor o con el personal de la recepción de un hotel. Nunca pierdes los nervios. Nunca te olvidas de sonreír cuando alguien se acerca a hacerse una foto contigo o a pedirte un autógrafo. Durante todo ese tiempo te olvidas de tu vida privada. La gente te está observando. Muchas personas acostumbradas al éxito que meditan su entrada en política desdeñan el inacabable ritual de los saludos y la gentileza forzada de una vida bajo el escrutinio público como algo ajeno a su dignidad, pero se equivocan. La maquinaria de la política, los continuos viajes, la luz de los focos, que te sigue allí adonde vayas, requieren de una autoridad que no puede ser adquirida de ningún otro modo. Debes aprender a entender a tu país. Lo que un buen político llega a aprender sobre su país no figura en ningún libro. Lo que conoce es la forma en que la gente influye en un lugar y la forma en que un lugar influye en la gente. Pocas formas de conocimiento político importan tanto como la información local; los detalles de las tradiciones políticas locales, los nombres de los dignatarios y los hombres poderosos (alcaldes, entrenadores del equipo del instituto, jefes de policía, empresarios locales) a las que uno nunca debe olvidarse de nombrar desde el estrado. Los grandes políticos deben dominar lo local. Como mínimo, deben ser capaces de recordar todos aquellos lugares que han visitado. Allí donde estén deben dar la impresión de encontrarse como en casa. Cuando pregunten a alguien del público por su procedencia, deben ser capaces de contar una historia que les vincule a ese votante y en la que este se pueda reconocer inmediatamente. Una expresión francesa de reconocimiento a un político consiste en calificarlo como un homme de terrain".
No hay comentarios:
Publicar un comentario