domingo, 10 de marzo de 2024

La población del siglo XIII era más limpia que la del siglo XVII


Escribe Georges Duby, historiador francés especializado en historia social e historia de las mentalidades de la Edad Media, que la población del siglo XIII era más limpia que la del siglo XVII. Los compañeros de San Luis se bañaban más que los de Luis XIV. La higiene mejoró en el siglo XIV, por efecto del mejor nivel de vida y cuando se adoptó la costumbre de llevar ropa interior. Aparecieron camisas lavables. Pero no se terminó la miseria. ¡Difícil protegerse de ella! Toda una fauna parasitaria cohabitaba con la especie humana y este ecosistema de hombres y bestias favorecía el contagio.
Para mediados del siglo XIII, los baños públicos eran tan numerosos en París que los estuviers, o propietarios, formaron su propio gremio. La popularidad de estos baños públicos desencadenó otras actividades. De hecho, la palabra en inglés stew, cuya una de sus acepciones significa burdel, proviene del francés etuves, o baño público. En el siglo XV estos términos eran considerados sinónimos en varias ciudades de la Europa medieval.
El baño era también una parte importante en los rituales de los caballeros medievales. Para su nombramiento, el candidato debía bañarse antes de pasar la noche en oración, con la finalidad de que estuviera corporal y espiritualmente purificado antes de convertirse en caballero.
En la Edad Media se encerraba a los leprosos tal como Le Peri sugirió que se encerrara a los enfermos de Sida. Pero Francisco de Asís encontró a Cristo en un leproso que se cruzó en su camino y a quien tomó en sus brazos. Había santas mujeres en el norte de Francia que consagraban su vida a bañar y a cuidar a los leprosos. Junto a cada leprosario vivía un grupo de cristianos inflamados de compasión.En fin,esta enfermedad se propagaba de modo más equitativo que la peste. No infectaba sólo a los pobres. Hubo hasta un rey leproso, Balduino de Jerusalén.




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