lunes, 25 de marzo de 2024

Delibes

Miguel Delibes y Ángeles de Castro en los años 60

Escribe Esther Tusquets en su libro Confesiones de una editora poco mentirosa que Delibes se preocupaba entonces y se siguió preocupando por los demás, es un amigo de lealtad inquebrantable y posee esa cualidad hoy tan devaluada,tal vez por el abuso que se ha hecho de la palabra, que llamamos solidaridad. Podríamos decir que Delibes es un hombre bueno, pero precisando que eso no significa que sea un hombre inocente, ni fácil, ni que haya tenido jamás una imagen amable del mundo y de la gente. Ni siquiera en su religiosidad me parece Delibes complaciente. Y creo que Ángeles, su mujer, ejercía, entre otras importantes funciones, la de suavizar y mediatizar su contacto con la realidad. 



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