domingo, 5 de octubre de 2025

Es muy poco probable que la población musulmana se integre en Europa

En Bruselas, la capital de la UE, más de la mitad de los niños que nacen cada año son hijos de inmigrantes musulmanes. En Ámsterdam, hay más musulmanes practicantes que protestantes o católicos. En Londres, una octava parte de la población es musulmana. En las principales ciudades de Alemania, cerca de la mitad de los niños menores de quince años pertenecen a familias inmigrantes. Unos 1,7 millones de migrantes llegan a Europa al año, una cifra cercana a la suma de inmigrantes legales e ilegales que entran en EEUU. La pobreza y el desempleo en estas comunidades son casi siempre superiores a los de la media nacional, la discriminación es generalizada y la endogamia muy elevada. La opinión popular europea no está a favor de la presencia de los recién llegados, y son varios los países (Francia, Dinamarca, Países Bajos e Italia han sido los más prominentes hasta el momento) donde han surgido partidos políticos cuyo atractivo se basa en la oposición xenófoba al fenómeno de la inmigración. La integración de los inmigrantes nunca fue una preocupación estatal, los gobiernos no pusieron en marcha ningún programa destinado a gestionarla, y no se llegó a alcanzar un consenso en relación con la necesidad de mantener una población permanente de inmigrantes, que siguió creciendo en la medida en que las familias intentaban reagruparse y los refugiados buscaban asilo. 
A pesar de que estos inmigrantes provienen de regiones muy dispares (de Turquía los que residen en Alemania, del Subcontinente asiático los de Gran Bretaña, del norte y del sur del Sahara en Francia), todos ellos se encuentran expuestos a formas actuales de ideología musulmana que le profesan una violenta aversión a Occidente. Caldwell rechaza el razonamiento bien-pensante que postula que todas las religiones importantes afirman prácticamente lo mismo y pone de relieve el prolongado y sanguinario historial de hostilidad entre el mundo cristiano y el islam. Acto seguido lo toma como premisa para deducir que es muy poco probable que la creciente población musulmana se integre con facilidad en Europa. En lugar de ello es de prever un incremento de las tensiones religiosas.

Referencia: El nuevo viejo mundo (Perry Anderson)

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