domingo, 26 de octubre de 2025

El Estado norcoreano ha reforzado el control sobre todos los aspectos de la vida de los ciudadanos

Monumento al Partido de los Trabajadores en la República Democrática Popular de Corea (Corea del norte)

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos concluyó que, durante la última década, el Estado norcoreano ha reforzado el control sobre "todos los aspectos de la vida de los ciudadanos”. "Ninguna otra población está sometida a tales restricciones en el mundo actual", concluyó, añadiendo que la vigilancia se ha vuelto "más generalizada", gracias en parte a los avances tecnológicos.
El informe, basado en más de 300 entrevistas con personas que escaparon de Corea del Norte en los últimos 10 años, concluyó que la pena de muerte se está utilizando con mayor frecuencia. Un delito que ahora puede castigarse con la muerte es ver y compartir contenido de medios extranjeros, como películas y series de televisión, mientras Kim Jong-un busca limitar aún más el acceso de la gente a la información. Estas ejecuciones se llevan a cabo mediante fusilamientos en público para infundir miedo en la gente y disuadirla de infringir la ley.
Durante la pandemia de COVID-19, afirma BBC News, hubo una grave escasez de alimentos y que personas en todo el país murieron de hambre.Al mismo tiempo, el gobierno tomó medidas drásticas contra los mercados informales donde las familias comerciaban, lo que les dificultó ganarse la vida.
El informe de la ONU afirma que "en los últimos 10 años el gobierno ha ejercido un control casi total sobre las personas, impidiéndoles tomar sus propias decisiones", ya sean económicas, sociales o políticas. El informe añade que las mejoras en la tecnología de vigilancia han contribuido a que esto sea posible. Personas de familias pobres son reclutadas en "brigadas de choque" para realizar tareas físicamente exigentes, como proyectos de construcción o minería. Los trabajadores esperan que esto mejore su estatus social, pero el trabajo es peligroso y las muertes son frecuentes. Sin embargo, en lugar de mejorar la seguridad de los trabajadores, el gobierno glorifica las muertes, calificándolas de sacrificio a Kim Jong-Un. En los últimos años el gobierno incluso ha reclutado a miles de huérfanos y niños de la calle, según el informe.
Además de instar a la comunidad internacional a actuar, la ONU pide al gobierno norcoreano que cierre sus campos de prisioneros políticos, ponga fin al uso de la pena de muerte y enseñe a sus ciudadanos sobre derechos humanos.

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