Los pueblos de todos los países tienen el derecho, cuyo ejercicio debe estar garantizado por su constitución, de elegir o modificar el carácter o la forma de gobierno por el que se rijan, y ello mediante elecciones libres, sin trabas, en votación secreta; que debe prevalecer la libertad de expresión y pensamiento; que los tribunales de justicia, independientes del poder ejecutivo, libres de toda influencia partidista, deben administrar las leyes que hayan recibido el amplio apoyo de grandes mayorías o que estén consagradas por el tiempo y la costumbre. Estas son las escrituras de libertad en que deben sustentarse todos los fuegos de todas las casas. Este es el mensaje de los pueblos norteamericano y británico a la humanidad. Prediquemos lo que practicamos, practiquemos lo que predicamos. Lo más probable es que la mayoría del electorado ya no viva en esas cabañas con chimenea que sugiere Churchill (quizá solo los más millonarios), pero estas siguen siendo las ideas en que creen los demócratas norteamericanos y británicos. Estas fueron las causas por las que Churchill luchó toda su vida.
Referencia:El factor Churchill de Boris Johnson
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