lunes, 5 de julio de 2021

El papel del individuo en la historia


Para el teórico marxista Plejánov, los individuos pueden influir sobre el destino de la sociedad, pero la posibilidad y alcance de esa influencia están predeterminados por la forma de organización de esa sociedad: “El efecto de las particularidades personales resulta innegable; pero no lo es menos el hecho de que solo podía ocurrir en esas condiciones sociales particulares”. El protagonismo está limitado por sus circunstancias históricas. Las cualidades personales de las personas con liderazgo determinan las características individuales de los eventos históricos; y el elemento accidental siempre juega un papel en el curso de esos eventos, cuya tendencia está determinada por el desarrollo de fuerzas productivas y por las mutuas relaciones entre los hombres en el proceso socioeconómico de la producción. Lector atento de Carlyle, Plejánov creía en la existencia de los “grandes hombres” como iniciadores. “Esta es una descripción muy precisa, escribe. Un gran hombre es, en sí, un principiante porque ve más allá que los otros y desea con más fuerza que los demás”. Así, el gran hombre es un héroe pero “no un héroe en el sentido de que pueda detener, o cambiar, el curso natural de las cosas, sino en el sentido de que sus actividades son una expresión consciente y libre de ese curso inevitable e inconsciente”. La libertad de un líder era la elección consciente que este podía hacer de una acción, en conformidad con las leyes invariables del progreso histórico. Si yo sé en qué dirección cambian las relaciones sociales, debido a una serie de transformaciones en el proceso de producción social y económico, también sé en qué dirección está cambiando la mentalidad social; en consecuencia, puedo influirla. Influir en la mentalidad social significa influir en los eventos históricos. Por lo tanto, en cierto sentido, en vez de esperar mientras se está haciendo la historia, yo puedo hacer historia. Como concepto histórico, la idea de Plejánov sobre el “papel del individuo en la historia”, ya sea como iniciador, visionario o expeditador, pudo provenir de Hegel, que en su Filosofía de la historia habla de los “hombres históricamente mundiales”. A estos seres esenciales para el desarrollo del espíritu, a estos adelantados de la historia a quienes les es dado un poder adivinatorio, sus congéneres los “siguen porque sienten el poder irresistible de su propio espíritu interno, encarnado en ellos”. Pero de esta condición Hegel extraía la conclusión de que las reglas comunes de la ética no eran aplicables a los grandes hombres. “La coerción heroica, apuntaba Hegel en su Filosofía del derecho, es una coerción justa”. La equivalencia moral entre might y right fue también una clave doctrinaria de Carlyle: “El poder y el derecho, escribió, ¿no son una y la misma cosa?”. Lenin estaba de acuerdo con ella, Plejánov no. Y en esa diferencia esencial radicó su separación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario