Karol Wojtyla, futuro Juan Pablo II, escribe la obra Hermano de nuestro Dios. En esta obra de teatro Wojtyla hace decir a uno de los personajes que “no podemos permitir que toda una masa humana se hacine en refugios nocturnos, lleve una vida casi animal, pierda poco a poco toda conciencia salvo el hambre y el miedo…”. Los indigentes tienen derecho a un mínimo de vida decente y respeto propio, y no solamente a la misericordia y la compasión.
Un personaje al que se identifica como “El Orador” dice a los sin hogar del refugio que “tenéis derecho a tener derechos humanos”.
Un personaje al que se identifica como “El Orador” dice a los sin hogar del refugio que “tenéis derecho a tener derechos humanos”.

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