lunes, 22 de diciembre de 2025

Mujer libre e independiente

La mujer "libre e independiente" es, actualmente, un modelo intocable. Pero pocos saben que fue un modelo creado con intereses comerciales del tabaco por un mago de la publicidad, Edward Bernays. En 1928, en La ingeniería del consentimiento, Bernays escribía: "Si comprendes los mecanismos y la lógica que regulan el comportamiento de un grupo, puedes controlar y someter a tu placer a las masas sin que estas se den cuenta".
Bernays, cuyos estudios inspiraron al jefe de propaganda nazi, Joseph Goebbels, actuó sobre todo en el ámbito de las relaciones públicas industriales, con resultados que, sin duda, fueron espectaculares. Su primer "golpe" pasó a la historia.¿Cuál es uno de los símbolos más poderosos de la emancipación femenina? La mujer que fuma. Desde luego, no en el Occidente actual, en el que el tabaco es, justamente, obstaculizado, sino en el de hace algunos años.Durante gran parte del siglo pasado fumar representaba un gesto de desafío y de afirmación de la propia independencia en una sociedad tradicional, bienpensante y reacia a reconocer la igualdad de derechos.
Hoy en día, casi nadie sabe que el humo como símbolo de rebelión femenina no fue para nada espontáneo, sino que fue inventado por Bernays. Naturalmente, por encargo. Era el año 1929 y para oponerse a los frecuentes ataques a la industria tabacalera, Bernays organizó en Nueva York, durante una manifestación pública, la "Procesión nocturna con antorchas de la Brigada de la Libertad", durante la cual hizo desfilar a decenas de chicas jóvenes vestidas de manera anticonformista. Jóvenes altas, que llevaban pantalones (en esa época las mujeres solo usaban falda), una camisa blanca, tirantes negros y en la cabeza una boina ladeada.Esas chicas fumaban de manera exhibicionista.Esa provocación en las calles de la Gran Manzana suscitó un clamor enorme en la opinión pública. En unos Estados Unidos con tendencia al puritanismo y a opinar, fueron los periódicos los que se desencadenaron, poniendo en marcha polémicas que a veces fueron feroces. El escándalo fue clamoroso, pero fue acogido con gran euforia por Bernays, que consiguió su objetivo. Aunque subliminal, el simbolismo era perfecto.La libertad evocaba una valor fundamental para la cultura estadounidense, la milicia era una forma de rebelión con una acepción positiva, la antorcha evocaba el cigarrillo y emitía humo. Las polémicas tuvieron el efecto opuesto al deseado por los indignados editoriales estadounidenses, porque llevaron a miles de mujeres a emular a las sufragistas neoyorquinas y, por ende, a sublimar una mensaje capaz de cambiar las costumbres de generaciones enteras; quien quiere ser anticonformista e independiente no puede no fumar.

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