miércoles, 10 de diciembre de 2025

Un producto por encargo


J
ennifer Lahl, enfermera pediátrica y presidenta de la asociación internacional Stop Surrogacy Now, contempla la ruptura del vínculo maternofilial como uno de los principales daños para los hijos nacidos por vientres de alquiler.Del mismo modo opina la psicoterapeuta belga Anne Schaub, que ha investigado como la base de la identidad del niño "se arraiga" en el apego que desarrolla el niño durante el embarazo. "Ningún niño permanece indiferente ante la ruptura definitiva con la madre biológica. La angustia o la búsqueda de identidad son consecuencias muy frecuentes", menciona Schaub. Entre otros muchos aspectos, Lahl también observa que la primera foto de los niños "es de cuando su madre de alquiler la entrega a los padres en la oficina de un abogado donde se finaliza el contrato y se le entregan 10.000 dólares". Al ver la foto, esta persona se considera un producto por encargo. 


Olivia Maurel declaró ante el parlamento de República Checa que siempre supo que algo no había sido normal en su nacimiento, especialmente por las reservas que mostraba siempre la mujer que la crió, y que creía su madre. "No había fotos de mi madre embarazada. En las primeras fotos mías tengo 5 días", explica. Maurel, nacida en Kentucky y criada como hija única en una familia acomodada, asegura que tuvo una vida cómoda, una buena educación y la "mejor ropa”.Pero esa suficiencia material contrastaba enormemente con el vacío interior que siempre la persiguió."Fue difícil para mí crecer en una familia en la que se hablaba poco de emociones y sentimientos”.Un aspecto que tiene incluso derivadas a día de hoy."Mi marido me dice a veces que casi nunca le abrazo. A mí nadie me enseñó nunca a abrazar", comenta. Maurel admite que “la subrogación puede ser mala y es mala, tanto para la mujer como para el niño”.


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