Cierto que se aprende a leer en la escuela, pero, sin lugar a dudas, el amor por la lectura es algo que se siembra y crece sobre las pantorrillas de los padres, afirma Alvaro Bilbao, doctor en psicología. Hay muchos cursos que prometen enseñar a leer con tres o cuatro años. No hay ningún estudio que indique que aprender a leer a edades tan tempranas beneficie al niño de alguna manera. Sin embargo, sí sabemos que los niños que disfrutan de la lectura tienen un vocabulario más rico, comprenden mejor lo que leen, redactan mejor y cometen menos faltas de ortografía.Según los últimos datos recogidos en el informe PISA, los niños que viven en casas donde hay doscientos libros o más obtienen un rendimiento escolar un 25 % mayor que aquellos que viven en casas con pocos libros (diez o menos).

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