miércoles, 17 de diciembre de 2025

La Iglesia ortodoxa es útil instrumento para Putin

Según Dell `Asta (profesor de Lengua y Literatura Rusa en la Universidad Católica de Milán y Brescia, Vicepresidente de la Fundación Cristiana Rusia) Putin, durante los primeros años de su presidencia, se interesó, sobre todo, por la geopolítica, en la que el gas y el petroleo jugaban un papel destacado. Sin embargo, al poco tiempo, fue consciente de que la Iglesia ortodoxa podía ser útil instrumento para su proyecto imperial. La Iglesia pasó a ser un atributo secundario de la nación y el Estado hasta transformarse en un “dicasterio estatal”, Desde allí se defiende un “nacionalismo de civilización” de rasgos mesiánicos. La Iglesia ortodoxa queda al servicio del “mundo ruso”, con Moscú como centro político y Kiev como centro espiritual, pues la Rus de Kiev en el siglo IX está considerada como origen de la Rusia cristiana. 
Ese “mundo ruso” tiene una Iglesia ortodoxa  común, representada por el Patriarcado de Moscú, y un líder nacional que es el presidente Putin. Desde esta perspectiva, Rusia y Ucrania son el mismo país, aunque tampoco habría que excluir a Bielorrusia, y la defensa de la unidad de Rusia conlleva la unidad de la Iglesia.
La guerra de Ucrania adquiere, en la perspectiva del patriarca Kirill, el carácter de una misión para garantizar el futuro de Rusia, en la que el sacrificio de los soldados reviste un carácter religioso. Kirill llegó a afirmar que “su sacrificio lava todos los pecados cometidos”.

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