Maxence Van der Meersch escribe en Cuerpos y almas: “Ésta es la verdad. Así estoy yo. Completamente solo. Estoy solo precisamente porque persigo la verdad. Ésta es la prueba de que la poseo”. “Y además, solía decir a menudo, la obra así realizada es más sólida. Cuando uno está solo, tiene a Dios a su lado”. Domberlé sentía la presencia de Dios en todas partes. Dios permitía el bien y el mal, las tristezas y las alegrías. Todo concurría al mejoramiento del hombre, al progreso de la evolución…….. "El azar no existe, afirmaba Domberlé, ni tampoco la suerte. Detrás de todo cuanto a uno le sucede existe una intención, un fin, está Dios”."
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