Cuenta el profesor José Luis Comellas que conviene no confundir factores de contaminación con factores de calentamiento. Debemos combatir ambos males si queremos conservar la pureza y la integridad de nuestro planeta, pero no toda forma de contaminación calienta, así como también hay formas de energía que calientan el ambiente, pero no podemos decir que lo corrompen o contaminan. El hollín de la combustión ensucia, pero no altera las temperaturas, ni influye sensiblemente en las nubes, las lluvias o los vientos. Las ciudades más contaminadas del mundo no son nunca las más calurosas, al contrario, suelen encontrarse en climas fríos, en que es frecuente la presencia de un anticiclón, con escaso viento y una situación de “subsidencia”, o tapón atmosférico que impide la renovación del aire contaminado. Una de las que se llevan la palma es Norilsk, en el norte de Siberia, en una zona rica en níquel que se beneficia en los alrededores, y en carbón, que sirve para procesarlo. Norilsk puede engañarnos con sus grandes bloques de pisos de apariencia moderna, que hizo construir Stalin para alojar a miles de obreros, amplias avenidas,nada verdes, dos aeropuertos y hasta un teatro de ópera. No crecen árboles en cuarenta kilómetros a la redonda, el humo de centenares de fábricas invade la ciudad, es inevitable respirar una neblina sucia y de fétido olor, el río pasa contaminado, y el promedio de la duración de la vida es de 49 años. Ya quisieran un poco de calentamiento, porque en invierno gozan de temperaturas de 30 y 40 grados bajo cero, y en verano apenas pasan de 15 a mediodía. Con todo, parece que en algunas regiones de China lo pasan aún peor. Según un informe del Banco Mundial, de las 20 ciudades más contaminadas del mundo, 16 se encuentran en China. Quizá la menos apropiada para que la visitemos es Linfen, en la provincia de Shanxi, al oeste de Pekín, donde concurren minas de carbón y cobre. Jamás se ve la salida y la puesta del sol, porque la niebla sucia impide ver el horizonte. Ni siquiera a mediodía se distingue el sol claramente. Los coches surgen como fantasmas, y han de usar con gran frecuencia los limpiaparabrisas para despejar el hollín que impregna los cristales. Muchas personas salen a la calle con mascarillas. La ropa lavada ha de secarse en casa, porque al aire libre se pone negra. La práctica de la gimnasia, tradicional y casi obligatoria entre los chinos, es letal, porque obliga a inspiraciones fuertes, que introducen más aire tóxico en los pulmones. Parece ser que Linfen es la ciudad del mundo con más tasa de cáncer. No conocemos su índice de mortalidad. También Linfen es una ciudad muy fría. En cuántos casos la contaminación no tiene que ver en absoluto con el calentamiento.
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