jueves, 10 de mayo de 2018

No solo los individuos, sino la sociedad misma viven en un proceso continuo de precarización.

Umberto Eco.
Para Umberto Eco se pierde la certeza del derecho (la magistratura se percibe como enemiga) y las únicas soluciones para el individuo sin puntos de referencia son aparecer sea como sea, aparecer como valor, y el consumismo. Pero se trata de un consumismo que no tiende a la posesión de objetos de deseo con los que contentarse, sino que inmediatamente los vuelve obsoletos, y el individuo pasa de un consumo a otro en una especie de bulimia sin objetivo (el nuevo teléfono móvil nos ofrece poquísimas prestaciones nuevas respecto al viejo, pero el viejo tiene que ir al desguace para participar en esta orgía del deseo). 
Crisis de ideologías.
Crisis de las ideologías y de los partidos, alguien ha dicho que estos últimos son ahora taxis a los que se suben un cabecilla o un capo mafioso que controlan votos, seleccionados con descaro según las oportunidades que ofrecen, y esto hace que la actitud hacia los tránsfugas sea incluso de comprensión y no ya de escándalo. No solo los individuos, sino la sociedad misma viven en un proceso continuo de precarización. ¿Hay algo que pueda sustituir esta licuación? Todavía no lo sabemos, y este interregno durará bastante tiempo. 

Bauman observa que es típico del interregno el movimiento
Bauman.
de indignación. Estos movimientos saben lo que no quieren, pero no saben lo que quieren. Uno de los problemas que se les plantean a los responsables del orden público a propósito de los “bloques negros” es que no es posible etiquetarlos, como se hizo con los anarquistas, con los fascistas o con las Brigadas Rojas. Actúan, pero nadie sabe cuándo ni en qué dirección, ni siquiera ellos. 

¿Hay algún modo de sobrevivir a la liquidez? Lo hay, contesta Umberto Eco, y consiste justamente en ser conscientes de que vivimos en una sociedad líquida que, para ser entendida y tal vez superada, exige nuevos instrumentos. El problema es que la política y en gran parte la intelligentsia todavía no han comprendido el alcance del fenómeno.

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