martes, 7 de marzo de 2017

Aurea Mediocritas.

Aristoteles.
“¿Qué podemos hacer para incrementar nuestra posibilidad de eudaimonia?”. La respuesta de Aristóteles es: “desarrollar el carácter adecuado”. Has de sentir las emociones adecuadas en el momento justo y éstas te conducirán a un buen comportamiento. En parte, esto dependerá de cómo has sido educado, pues el mejor modo de desarrollar buenos hábitos es practicarlos desde temprana edad. Los buenos patrones de conducta son virtudes; los malos son vicios. Piensa en la virtud de la valentía en tiempos de guerra. Puede que un soldado tenga que arriesgar su vida para salvar a unos civiles del ataque de un ejército. A una persona temeraria no le preocuparía su propia seguridad y no vacilaría en involucrarse en una situación peligrosa, aunque no necesitase hacerlo. Sin embargo, eso no es valentía, sólo imprudencia a la hora de afrontar los riesgos. En el otro extremo, un soldado cobarde no podría vencer su miedo para actuar de un modo adecuado y se quedaría paralizado de terror cuando más se le necesitara. En esta situación, sin embargo, una persona verdaderamente valiente o audaz sentiría miedo, pero sería capaz de sobreponerse y hacer algo. Aristóteles creía que
Cuatro virtudes.
toda virtud se encontraba entre dos extremos. Aquí la valentía está a medio camino entre la temeridad y la cobardía. Esto se suele conocer como la doctrina aristotélica de la Aurea Mediocritas. El interés del planteamiento ético de Aristóteles no es únicamente histórico. Muchos filósofos modernos piensan que estaba en lo cierto acerca de la importancia de desarrollar las virtudes, y que su opinión sobre la felicidad era acertada e inspiradora. En vez de procurar incrementar nuestro placer en la vida, dicen, deberíamos intentar ser mejores personas y hacer lo correcto. Esto es lo que hace que la vida vaya bien.


Según Aristóteles, el fin o bien último que persigue el hombre es la eudemonía o sea, felicidad, entendida como plenitud de ser. El problema viene dado entonces en determinar qué se entenderá por felicidad, y es aquí, que la Etica a Nicómaco hace mención a cuatro tipos de vida y su consiguiente forma de encontrar la felicidad. Según Aristóteles, el hombre cree alcanzar la felicidad con riquezas; o con honores y fama; y otros creen obtenerla por placer. Concluye diciendo que no se alcanza la felicidad mediante ninguno de los cuatro caminos mencionados, sino mediante la práctica de la virtud. Hay que vivir la vida de acuerdo a nuestra razón y búsqueda de la verdad, actuando bien, es decir, vivir en la concepción teológica de la naturaleza humana.

el fin o bien último que persigue el hombre es la eudemonía o sea, felicidad, entendida como plenitud de ser. 

Hay que vivir la vida de acuerdo a nuestra razón y búsqueda de la verdad

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