
En poco más de dos días, decenas de familias cristianas (casi mil personas, en su mayoría coptos ) han huido de Sinaí del Norte, tras los hechos de violencia sufridos, perpetrados por el Estado islámico, que hace algunas semanas había prometido reforzar sus ataques contra “los infieles de Egipto”.Las familias que huyeron han sido acogidas en Ismailya, en Suez y en El Cairo, y la gente (cristianos y musulmanes)trata de ayudarlos como sea posible, ya sea alquilando casas, entregándoles ropa o utensilios y ofreciendo su servicio.
Asia News transcribe testimonios de esos cristianos. Por ejemplo, el de Nabila Fawzi, una copta que huyó de Al-Arich, la capital del Sinaí: “Tocaron a mi puerta a las 10 de la noche. Dos hombres encapuchados le dispararon a mi hijo y entraron por la fuerza, llevando armas automáticas. Tenían una lista de nombres, de cristianos del barrio. Fueron al dormitorio y le dispararon a mi marido (76 años). Me preguntaron dónde teníamos el oro, pero lo único de oro que yo tenía para darles era mi alianza. Luego prendieron fuego la casa”.
Qadri, un copto de Al Arich, apunta: “Ahora estamos en la calle. Dividí a los miembros de la familia en tres automóviles, por miedo a que mueran todos al mismo tiempo a causa de una explosión o al ser fusilados”.

Otro joven que solicita el anonimato:“Hemos empezado a tener miedo hasta de nuestra propia sombra. Tememos que no sigan y ser abatidos de un disparo por la espalda. Los cristianos han sido puestos en la mira de un modo desgarrador”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario