Los románticos que sueñan despiertos raras veces ven en su verdadera medida a los hombres y las cosas, sino que la mayoría de las veces las ven como desean verlas. Oscilando sin descanso entre la sobrestimación y la decepción,estos incorregibles nunca se dejan decepcionar del todo, y al salir de una ilusión siempre vuelven a ser víctimas de otra, porque la ilusión, no la realidad, es su verdadero mundo.
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